Por Andrés Oppenheimer
El acuerdo de paz de Colombia con las guerrillas de las FARC ha sido aclamado como un acontecimiento histórico que dará lugar a todo tipo de cosas buenas, pero me temo que se trata de un evento que ha sido muy sobrevendido, y que ha convertido a Colombia en un país monotemático, donde se están postergando otros temas tanto o más importantes.
Mientras que los colombianos están debatiendo acaloradamente sobre el acuerdo preliminar de paz firmado por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos con las FARC el 23 de junio en La Habana, y esta discusión se va a prolongar con un planeado referéndum sobre el tema, el país sigue estando escandalosamente atrasado en las áreas más importantes para su futuro: la educación y la innovación.
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