Por Andrés Oppenheimer
El Nuevo Herald
Cuando la gente me pregunta si Donald Trump será bueno o malo para América Latina, suelo responder que hasta ahora ha sido malo, porque su discurso agresivo contra México y sus arengas contra el libre comercio están ahuyentando las inversiones en la región. Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó parcialmente mis temores.
En su primer pronóstico económico de 2017, el FMI dijo que la economía mundial aumentará su ritmo de crecimiento a un 3.4 por ciento este año y un 3.6 por ciento en 2018. Pero la excepción será América Latina, señaló.
El FMI revisó a la baja sus anteriores proyecciones económicas para América Latina, diciendo que la región crecerá un 1.2 por ciento este año y un 2.1 por ciento en 2018. Además de un crecimiento más lento de lo esperado en Brasil y Argentina, el FMI citó lo que describió diplomáticamente como “un aumento de los vientos en contra por la incertidumbre relacionada con las políticas de Estados Unidos en México”.
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