Por Enrique Fernández García
Caido del Tiempo
El auténtico problema consiste en eliminar del poder a quienes lo buscan únicamente por el gusto del poder.
Albert Jacquard
Hoy, sin dificultad, gracias a los esfuerzos reflexivos y, además, por desgracia, un cierto talento para embaucar al prójimo, hallamos numerosas teorías sobre política. Desde tiempos antiguos, hubo personas que analizaron sus diferentes aspectos, tanto conceptuales como prácticos, suscitando debates al respecto. Por supuesto, no creamos que todas esas gimnasias del intelecto carecieron de trascendencia; es más, en muchos momentos, provocaron consecuencias tan prácticas cuanto terribles. Suponer que, en estas disputas públicas, las ideas tienen un valor secundario es una equivocación. No obstante, puede ocurrir que, debido a tantas especulaciones, dejemos de lado lo esencial. Me refiero al ejercicio del poder, lo cual implica que se hable también acerca de la relación entre quienes mandan y obedecen. En otras palabras, este vínculo de naturaleza política es el que hace posible nuestro acercamiento a una cuestión fundamental, la ciudadanía, sin cuya comprensión peligra toda convivencia razonable.