Por Mercedes Montero
De origen austriaco, residenciada en Dakota del Sur, la autora de este artículo, Kitty Werthmann, por la salvaguarda de la libertad en USA, país al que emigró y le brindó acogida después de la Segunda Guerra Mundial. Esa libertad de la que disfrutan los norteamericanos, Kitty Werthmann la defiende en una intensa campaña mediática, ya que considera que hay muchos paralelos entre lo que se está viviendo en el país y lo sucedido en la Alemania de Hitler, lo cual para ella sería un verdadero desastre.
El artículo Después de América, No hay lugar al que ir (After America, There is No Place to Go), publicado en febrero 2010, recién me fue enviado por un excelente amigo, con el cual comparto ideales y constancia en la lucha por la democracia. Ambos coincidimos en la necesidad de traducirlo al español para que la amplia comunidad latinoamericana que habita en el país del Norte, lo lea y pueda tomar en cuenta lo expresado por la autora. A continuación.
Después de América, No hay lugar al que ir
USA es verdaderamente el mejor país del mundo. No permitamos que la libertad se pierda
Por Kitty Werthmann
Lo que les voy a decir es algo que probablemente nunca han oído o leerán en ningún libro de Historia.
Yo creo que soy testigo viviente de la Historia. Yo no puedo decirles a ustedes que Hitler haya tomado a Austria con tanques y armas de fuego., esto sería distorsionar la historia. Los austriacos lo elegimos con una votación aplastante, 98% de los votos. Yo nunca he leído esta noticia en las publicaciones americanas. Todo el mundo que Hitler llegó con sus tanques y tomó a Austria por la fuerza.
En 1938, Austria sufría una depresión profunda. Casi una tercera parte de la fuerza de trabajo estaba desempleada. Teníamos un inflación del 25% y también una tasa de 25% de interés en los préstamos bancarios.
Granjeros y comerciantes eran declarados en bancarrota diariamente. Los jóvenes iban mendigando alimento de casa en casa. No era que ellos no quisieran trabajar, era que sencillamente no había puestos de trabajo. Mi madre que era una mujer cristiana y convencida creyente en la ayuda a los necesitados, cada día preparaba una gran caldera de sopa y horneaba pan para darle de comer a más o menos 30 personas pobres, cada día.
El Partido Comunista y el Partido Nacional Socialista se peleaban entre sí. Manzanas y manzanas en ciudades como Viena, Linz y Graz eran destruidas cada día: la gente se desesperó y le pidió al gobierno que le permitiera decidir que clase de gobierno quería.
Nosotros mirábamos hacia Alemania nuestro vecino del norte, donde Hitler había llegado al poder en 1933. A nosotros nos habían dicho que en Alemania no había desempleo, ni crimen.
Nunca nos dijeron que había persecución contra algún grupo -judío o de otro tipo-. A nosotros nos hicieron creer que todo el mundo era feliz. Nosotros queríamos el mismo estilo de vida en Austria. A nosotros nos prometieron que el voto por Hitler podía significar el fin del desempleo y ayuda para la familia. Hitler también dijo que se le daría asistencia a los negocios, y que a les serían devueltas sus granjas. Noventa y ocho por ciento de la población votó a favor de anexar Austria a Alemania y tener a Hitler por gobernante.
Nosotros estábamos felicísimos y por tres o cuatro días bailamos en las calles y hacíamos vigilias. El nuevo gobierno abrió cocinas públicas que le daban de comer a todo el mundo.
Después de la elección, oficiales alemanes fueron designados y como por milagro, tuvimos orden y ley. Tres o cuatro semanas mas tarde, todo el mundo estaba empleado. El gobierno se aseguró que se creara mucho trabajo en la Administración Pública.
Hitler decidió concederle, la igualdad de derechos a las mujeres. Antes de esto, había la costumbre que las mujeres casadas austriacas no trabajaran fuera del hogar. Un marido competente era mirado con desprecio, si no podía mantener el solo a su familia. Muchas mujeres, maestras de profesión se sintieron extasiadas al saber que podían retener los trabajos que previamente les había sido solicitado dejar debido al matrimonio.
Hitler y la educación como objetivo. Eliminó la Instrucción religiosa para los niños:
Nuestra educación fue nacionalizada. Yo estudiaba en una escuela pública muy buena. La población era predominantemente católica, así es que teníamos religión en nuestras escuelas. El día en el que Hitler fue elegido (Marzo 13, 1938). Yo al llegar a mi salón de clases encontré que el Crucifijo había sido reemplazado por una fotografía de Hitler, colgada al lado de la bandera Nazi. Nuestra maestra, una mujer muy devota, se paró y le dijo a la clase que nosotros ahora no rezaríamos, ni tendríamos más clases de religión. En vez de esto, nosotros cantamos "Deutschland, Deutschland, Uber Alles", y tuvimos educación física.
El domingo se transformó en el Día Nacional de la Juventud de obligada asistencia. Los padres no estaban contentos con los súbitos cambios curriculares. A ellos se les dijo que si no nos enviaban, la primera vez recibirían primero una carta de reprimenda. La segunda vez serían multados con 0, y, la tercera vez serían llevados a la cárcel. Durante las primeras dos horas recibíamos adoctrinamiento político. El resto del día hacíamos deporte. Con el transcurrir del tiempo, aprendimos a amarlo. Ah, nosotros nos divertíamos mucho, pero es que además nos daban nuestros equipos deportivos gratuitamente. Nosotros regresábamos a casa y les decíamos a nuestros padres lo mucho que nos habíamos divertido.
Mi madre se sentía muy infeliz. Al comienzo del segundo semestre, me sacó del la escuela pública y me inscribió en un convento. Yo le dije que ella no me podía hacer eso a mí pero ella me dijo que algún día cuando yo creciera se lo iba a agradecer. El convento tenía muy buen curriculum pero escasa alegría. No hacíamos deporte, y no teníamos adoctrinamiento político. Yo lo odié en un principio, aunque sentía que lo podía tolerar. Cada cierto tiempo, en vacaciones yo regresaba a mi casa e iba a visitar a mis amigos y les preguntaba como la estaban pasando y que estaban haciendo. Su forma de vida ligera me resultaba alarmante. Ellos vivían sin religión. En esos tiempos las madres solteras al tener bebés eran glorificadas por Hitler. Me extrañaba que nuestra sociedad hubiera cambiado tan repentinamente. Con el paso del tiempo, me di cuenta del gran bien que me había hecho mi madre al evitar que yo estuviera expuesta a tal clase de filosofía humanística.
La igualdad de derechos llega a casa:
En 1939, comenzó la guerra y el banco de alimentos fue establecido. Todos los alimentos fueron racionados y solo podían ser comprados con estampillas alimentos. Al mismo tiempo, fue pasada una ley de pleno empleo, lo que significaba que si una persona no trabajaba no tenía cartilla de racionamiento, y, quien no tenía la cartilla estaba condenado a morirse de hambre. Las mujeres que estaban en sus casas levantando a sus familias no tenían las competencias requeridas por el mercado y a menudo tuvieron que tomar trabajos más apropiados para hombres.
Poco tiempo después, fue implementada la recluta. La cual era obligatoria para hombres y mujeres jóvenes, que tenían que trabajar un año en los cuerpos de trabajo. Durante el día las muchachas trabajaban en las granjas, y en las noches cuando regresaban a sus barracas hacían entrenamiento militar al igual que los muchachos. Ellas eran entrenadas como lucha antiaérea y también participaban en los cuerpos de señales. Después de los campos de trabajo, no fueron dadas de baja, sino que fueron usadas en la línea de frente. Cuando yo regreso a Austria para visitar a mi familia y amigos, encuentro que estaban padeciendo de shocks emocionales ya que no estaban preparadas para manejar los horrores del combate.
Tres meses antes de cumplir 18 años fui herida severamente durante un bombardeo aéreo, por poco me amputan una pierna, razón por la cual no tuve que ir a los campos de trabajo, ni al servicio militar.
Hitler reestructura a la familia a través del cuidado diario:
Cuando las madres tuvieron que ir a los campos de trabajo, el gobierno estableció inmediatamente Centros de Cuidado Diario. Usted podía llevar a sus hijos desde las cuatro semanas de nacido hasta la edad de entrar al colegio y dejarlos los siete días de la semana, bajo el cuidado total del gobierno. El Estado levantó una generación completa de niños. Allí no había mujeres maternales para cuidar a los niños, sólo personas muy bien entrenadas in Psicología Infantil. A esas alturas ya nadie hablaba de derechos iguales, todos sabíamos que los habíamos tenido.
Cuidado de la salud y pequeños negocios sufren bajo los controles del gobierno:
Antes de, nosotros teníamos muy buena atención médica. Muchos médicos americanos se habían formado en la Universidad de Viena. Después de Hitler, los servicios de salud fueron socializados, gratis para todo el mundo. Los médicos eran pagados por el gobierno. El problema era que como era gratis, la gente iba al médico hasta por la más simple de las causas. Cuando el médico llegaba a su consultorio a las 08:00 a.m. ya había 40 personas esperándolo, y, al mismo tiempo, los hospitales estaban llenos. Si usted necesitaba una cirugía electiva, usted necesitaba esperar un año o dos para que le tocara el turno. No había dinero para investigación ya que este se iba todo en la Medicina socializada. La investigación en las escuelas de Medicina literalmente quedó parada, así fue que los mejores médicos se fueron de Austria y emigraron a otros países.
Al igual que la atención de la salud, nuestros impuestos subieron al 80% de nuestro ingreso. Los recién casados recibían inmediatamente un préstamo de ,000 por parte del gobierno para establecer su casa. Nosotros teníamos grandes programas para la familia. Todo el cuidado diario y la educación era gratis. Las escuelas secundarias fueron tomadas por el gobierno y el pago de la inscripción en las universidades estaba subsidiado. Todos tenían derecho a gratuidades, tales como estampillas de alimentos, ropa, y vivienda.
Teníamos otra agencia que monitoreaba los negocios. Mi cuñado tenía un restaurante cuyas mesas eran cuadradas. Fiscales del gobierno le dijeron que tenía que remplazar las mesas por unas redondas ya que la gente se podía golpear con las esquinas de las mesas. Después dijeron que tenía que tener un baño adicional. El negocio era una venta de productos lácteos con una pequeña barra para sandwichs. El no podía cumplir con todas las exigencias, así fue que muy pronto tuvo que cerrar el negocio.
Si el gobierno era dueño de todos los negocios grandes y solo quedaban muy pocos de los pequeños, podía tener un control completo de todo el mercado.
Teníamos protección al consumidor. A nosotros nos decían como comprar y que comprar. La libre empresa fue esencialmente abolida. Teníamos una agencia de planificación especialmente diseñada para granjeros. Los agentes podían ir a las granjas, a contar el ganado para entonces decirle al granjero que y como debía producir.
"Muerte bondadosa" redefinida:
En 1944, Yo era estaba estudiando en una pequeña aldea en los Alpes para ser maestra. Los lugareños estaban rodeados por pasos de montaña que en invierno, quedaban cerrados por la nieve, dejando a la gente aislada. Así fue que la gente se casó entre sí y por lo tanto tuvieron hijos que en muchos casos eran retardados. Cuando yo llegué, me dijeron que en el lugar había 15 adultos con retardo mental, pero que ellos eran útiles y hacían muy buen trabajo manual. Yo conocí muy bien a uno llamado Vincent.
El hacía la limpieza en la escuela. Un día al mirar por la ventana vi a Vincent y a otros montarse en una buseta. Le pregunté a mi jefe para donde iban ellos. Ella me contestó diciéndome que eran llevados a una institución en la cual el Departamento de Salud del Estado les enseñaría un oficio., a leer y a escribir. Las familias tenían que firmar unos papeles en los que había una cláusula en las que ellos se comprometían a no ir a visitar a sus hijos en un período de seis meses. Ya que las visitas podían interferir con el programa y los podría hacer extrañar su hogar.
Con el paso del tiempo, le empezaron a llegar cartas en las que les decían que sus hijos habían fallecido de causas naturales, una muerte bondadosa. Los lugareños no se engañaron, todos sospechamos lo que estaba pasando. Esos niños habían salido en excelentes condiciones físicas y habían muerto seis meses después. Esto se llama eutanasia.
Los pasos finales. Leyes de armas:
Lo próximo fue el registro de armas La gente estaba siendo herida con pistolas. Hitler dijo que el verdadero camino para atrapar a los criminales (todavía quedaban algunos) era casar las pistolas con sus seriales. La mayoría de los ciudadanos obedecían la ley, por lo tanto fueron a las estaciones de policía a registrar sus armas de fuego. No pasó mucho tiempo para que la policía dijera que era mejor que todo el mundo entregara sus armas. Las autoridades ya sabían quienes tenían armas, así es que hubiera sido una tontería no entregarlas voluntariamente.
Eliminaron la libertad de palabra Aquel que se atreviera a decir algo contra el gobierno era arrestado. Nosotros conocimos mucha gente que fue arrestada, no solamente judíos, sino también sacerdotes y ministros que se atrevían a hablar.
El totalitarismo no llegó rápidamente, le tomó 5 años en llegar, desde1938 hasta 1943, para transformarse en dictadura completa en Austria. Si hubiera sucedido de la noche a la mañana, mis compatriotas hubieran peleado hasta el último suspiro. En vez de esto tuvimos, un paralizante gradualismo. Ahora, nuestras únicas armas son los palos de las escobas.
La idea principal aunque suene increíble fue que el Estado fue aniquilando nuestra libertad poco a poco.
Después de la II Guerra Mundial, tropas rusas ocuparon a Austria. Las mujeres fueron violadas, desde las niñas hasta las viejas. La prensa nunca escribió acerca de esto tampoco. Cuando los soviéticos se fueron en 1955 se llevaron todo lo que pudieron, desmantelaron fábricas completas en el proceso. Ellos desforestaron sembradíos de árboles frutales y aquello que no pudieron destruir lo quemaron. Nosotros llamamos a eso “La Tierra quemada”.
La mayoría de la población levantó barricadas en sus casas para defenderse. Las mujeres se escondieron en los sótanos por seis semanas, mientras las tropas eran movilizadas. Aquellas que no pudieron esconderse “pagaron el precio”. Hoy en día hay un monumento en Viena dedicado a aquellas mujeres que fueron masacradas por las tropas rusas. Esta es la declaración de una testigo de excepción.
Es verdad, aquellos de nosotros quienes hemos pasado navegando por el lado de la Estatua de la Libertad llegamos a un país de increíble libertad y oportunidad!
¡USA es verdaderamente el mejor país del mundo. No permitamos que la libertad se pierda!
¡Después de América, No hay lugar al que ir!
PD: Cualquier parecido con lo que sucede bajo cualquier dictadura de izquierda o de derecha, no es pura coincidencia es la mera realidad que generan las acciones ordenadas por tiranos.