Por Andrés Oppenheimer
Lo que está ocurriendo actualmente en Argentina es la mayor victoria de ese país contra la corrupción en la historia reciente. Pero para poder reducir en forma permanente el flagelo de los sobornos, Argentina y otros países de la región tendrían que tomar acciones mucho más drásticas, como empezar a eliminar el dinero en efectivo.
Sin duda, el “escándalo de los cuadernos” que sacudió a Argentina esta semana y la condena –no relacionada– del ex vicepresidente Amado Boudou a casi seis años de prisión por cargos de corrupción durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner son hechos históricos. En Argentina, pocas personas poderosas habían ido a la cárcel.
Al igual que el reciente escándalo de Odebrecht en Brasil, el “escándalo de los cuadernos” de Argentina es gigantesco. Comenzó hace varios meses, cuando el diario La Nación obtuvo copias de ocho cuadernos escritos por el chofer de un funcionario del Ministerio de Planificación que se ocupaba de las relaciones con varias empresas durante los gobiernos de Kirchner.
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