La Prensa, Buenos Aires
Entrevista a Roberto Cachanosky realizada por Gustavo García
Hacer un repaso del 2018 en términos económicos puede ser una tarea ardua. El envión que la actividad traía, a caballo del resultado de las elecciones legislativas de octubre 2017 que garantizaban la continuidad de Cambiemos en el poder, no sólo sufrió un frenazo, sino que cayó en el abismo. Devaluación, salto inflacionario y tasas de interés en niveles record derivaron en el actual proceso recesivo.
Sobre la base de lo que pasó, más difícil aún es prever lo que ocurrirá en el 2019 que ya despunta. Lo que viene es un período de alta volatilidad, de mercados sensibles ante el riesgo país elevado y un panorama electoral que puede cambiar nuevamente el rumbo del país. "No es un escenario como para pensar que van a querer venir a invertir en la Argentina", advierte con razón el economista liberal Roberto Cachanosky.
-¿Qué balance hace del 2018?
-Este fue un año donde el error básico del Gobierno y su equipo económico fue anunciar que iban a bajar la tasa de interés para reactivar la economía, y terminaron con la tasa más alta todavía, en niveles históricos. Además, la actividad económica se instaló en una plena recesión, con la inflación subiendo y el tipo de cambio disparado. La verdad es que hicieron todo mal.
-¿Se hizo lo que había que hacer en términos de lograr estabilizar el sistema?
-No lo creo tan así. La realidad es que el Gobierno terminó reemplazando las Lebac por las Leliq, que no son una bomba sino un misil por lo rápido que corren los intereses. No desactivaron el problema sino que lo postergaron. El problema aún está latente y los puede agarrar muy mal parados en plena campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales del año que viene.
-El Gobierno señala que minimizó el riesgo porque las Letras de Liquidez están sólo en manos de bancos y no en poder de inversores privados. ¿Es un buen argumento?
-Los bancos compran Leliq con los depósitos de la gente, de los ahorristas. Si el ahorrista va al banco y le pide que le devuelvan los pesos, el banco no tiene otra alternativa más que darse vuelta y pedirle al Central esos fondos. Y como el Banco Central no los tiene, sólo cabe emitir moneda, con lo cual se incrementa el impacto sobre el proceso inflacionario.
-¿Cuál es su visión sobre el esquema de Emisión Cero?
-La emisión cero no está mal. No emitir para financiar al Tesoro está bien porque de esa forma se le pone un freno al proceso inflacionario desde el punto de vista monetario. Lo que no está bien es rescatar las Lebac con Leliq, porque ese movimiento es un mero cambio de nombre. La apuesta tasa versus dólar sigue vigente. Cuando un ahorrista pone su dinero en un plazo fijo porque la tasa es atractiva, detrás de eso están las Leliq. Ese es el problema de fondo.
ESTRATEGIAS
-¿Acuerda con el esquema de bandas de flotación en la política cambiaria?
-Ahí seguramente lo que ocurrió es que el Fondo Monetario les dijo de fijar una banda lo suficientemente amplia como para no tener que intervenir en la política monetaria. Y que el dólar flote dentro de esos límites. Pero ojo que no es un sistema automático en lo que respecta a la autorización para vender o comprar divisas cuando se trasbasan las franjas. Sobre todo para lo que es vender dólares. En caso de que se perfore el techo, con el tipo de cambio en alza, habrá que pedirle permiso al Fondo Monetario Internacional para desprenderse de reservas.
-¿Cómo se hace para que el Banco Central baje la tasa de interés y el inversor no salga disparado a buscar refugio en el dólar?
-Eso no se puede hacer. Ahí habría que montar todo un esquema para cambiar las Letras Intransferibles del Tesoro, que representan 1,3 billones, por letras de largo plazo e ir rescatando las Leliq con esas letras, por ahí a cinco años. Que sea una letra en pesos ajustable por tasa de interés. Hoy el Banco Central no puede bajar la tasa. Puede ir bajándola paulatinamente como viene haciendo, pero hasta cierto punto. Si baja la tasa de las Leliq, bajarán las tasas de los plazos fijos.
El ahorrista que se ha volcado al plazo fijo comenzará a dudar, tal vez no lo convenza el rendimiento y se volcará nuevamente al dólar, con el riesgo de que suba el tipo de cambio.
-¿En el Gobierno hay algún borrador con este esquema de letras a mediano plazo para rescatar las Leliq?
-Algo estaban hablando al respecto, pero van con mucha parsimonia y esto requiere rapidez. En el medio están las elecciones presidenciales del año próximo y corren el riesgo de terminar con un plan Bonex o con una estampida inflacionaria. Mejor que se apuren.
ALTO RIESGO
-¿La baja del riesgo país depende sólo de ese intangible llamado expectativas de mercado?
-Ahí el riesgo es para los bonos largos, más que para los cortos. Los que vencen luego de 2019 enfrentan cierta incertidumbre. Durante 2019 el Gobierno cuenta con la cobertura que le brinda el FMI a partir del acuerdo firmado. La gran pregunta es qué hacemos después. Estamos en la zona de los 800 puntos básicos. En la región primero está Venezuela, con más de 1.000, luego viene Ecuador y después nosotros. El resto de los países oscila entre los 150 y los 200 puntos básicos. Estoy hablando de Chile, Perú y Uruguay, entre otros. Lo que generamos en Argentina es desconfianza, tanto a nivel político como económico.
-El financiamiento del 2019 está cubierto por el FMI. ¿Es factible volver al mercado de deuda voluntario en 2020?
-Es un escenario bastante difícil. Vamos rumbo a un año electoral donde hay una gran incertidumbre en cuanto al resutlado. No es un escenario como para pensar que van a querer venir a invertir en la Argentina.
-¿El termómetro del riesgo seguirá alto?
-En los bonos el riesgo seguirá elevado, y puede tener un recorrido aún mayor. Diría que lo que se está viendo no sabemos bien cómo surge, pero no hay una sola causa que lo origina. En el incremento del riesgo país hay factores internos, muchos, pero también externos.
-¿Cuánta relevancia le da al impuesto a la renta financiera como disparador de la salida de capitales?
-Creo que el impuesto a la renta financiera no ayudó en nada, pero tampoco creo que haya sido para tanto. Ese gravamen no explica la corrida cambiaria que tuvimos este año. Lo explica el error de comunicación del 28 de diciembre, el cambio de las metas de inflación y otras tantas cosas.
REACTIVACION
-Algunos economistas proyectan que habrá señales de reactivación económica en el primer trimestre. ¿Cuál es su perspectiva?
-Puede ser que hacia el final del primer trimestre podamos constatar algún repunte de la actividad económica, fundamentalmente impulsada por la cosecha de soja, el turismo y alguna sustitución de importaciones. No veo una recuperación económica importante para el 2019.
-¿Le preocupa el ruido internacional, que puede impactar sobre la economía argentina?
-Lo que veo con mayor relevancia es la asunción de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil, el 1 de enero. Bolsonaro está apostando a transformar el Mercosur en una zona de libre comercio y poder así sellar pactos comerciales con otros países en forma bilateral. Eso significa que Argentina va a tener la ventaja de exportar sin barreras arancelarias hacia Brasil, pero el lado negativo es que habrá que competir con las empresas de otros países que firmen acuerdos con Brasil.
-Y en términos de competitividad sólo avanzamos con el tipo de cambio, a partir de la devaluación.
-Seguro, el problema de la competitividad argentina sigue vigente y puede ser un desafío de cara al año próximo. Lo que hacemos es esconder nuestras falencias detrás de un tipo de cambio más alto que impulse las exportaciones, pero nada más.
-¿Realmente cree que los mercados, los inversores internacionales están pendientes de las elecciones en Argentina? ¿Les resulta determinante que se imponga un modelo u otro?
-No creo que estén tan atentos en nosotros. No somos tan relevantes para el mundo. En lo que hace a Inversión Extranjera Directa, en 2017 vinieron a la región u$s 160.000 millones. Nosotros captamos tan sólo el 7%. Brasil se llevó el grueso de esos capitales, México fue segundo y Colombia tercera. Nosotros no existimos cuando se toman las decisiones de inversión.