Por Álvaro Vargas Llosa
ABC, Madrid
El resultado electoral de hoy en España dependerá, creo, de cuál de estos cinco temperamentos o impulsos sea el prioritario en cada votante. Y, por supuesto, de cómo se distribuyan esas prioridades –y los sufragios que las reflejen– entre las cinco agrupaciones decisivas.
1. Si usted afronta estos comicios esencialmente como un acto de reivindicación identitaria, votará a Vox. Algo en la España de hoy, y en el mundo incomprensible que la circunda, hiere profundamente su sentido de la familia, de las instituciones sociales, de las relaciones entre hombres y mujeres y, quizá por encima de todo ello, del Estado-nación. Usted siente en sus entrañas que su tribu está amenazada y ve en Vox a un redentor que puede devolverle «el mundo de ayer», si se me permite evocar, en un contexto distinto, el título de Stefan Zweig.
2. Si usted cree que todo lo anterior es importante, pero que la derecha no puede darse el lujo de atomizarse y que el endurecimiento nacionalista de quienes no están en la izquierda puede afectar, tarde o temprano, la vocación europeísta de España, su voto será, seguramente, para el Partido Popular. Aunque usted entiende que la «marca PP» ha sido muy deslustrada por los escándalos éticos y la cuestión catalana en los últimos años, cree que Pablo Casado, un hombre intelectualmente sólido, es capaz de regenerar a esta agrupación lo mismo en el plano moral que en el ideológico. Para usted, él es el único que puede, en términos realistas, liderar un Gobierno de centroderecha. Usted reza por una ola de voto responsable de último minuto para el PP.
3. Si para usted la defensa de España es importante como antídoto al independentismo catalán (y otros separatismos, explícitos o taimados) pero, salvo en eso, no tiene un sentido identitario de la política y se mueve con relativa soltura, como Rivera, en el confuso mundo moderno a pesar de que la corrección política y la puerilidad del progresismo cultural le chirrían; y si usted, además de lo anterior, no quiere que el Estado meta mucho el hocico en su cama o su cuerpo y lleva en la frente un catalejo europeísta, seguramente se inclinará por Ciudadanos. Para usted el PSOE hace peligrar España, el PP tiene una longitud de onda distinta a la de las nuevas generaciones y siente que Vox, al forzar a los populares a correrse más a la derecha, abre a Ciudadanos un espacio que antes ocupaban, solapándose, la derecha del PSOE y la izquierda del PP.
4. Si usted tenía dudas de Pedro Sánchez, pero ellas se han ido disipando por las cualidades de sobreviviente del dirigente socialista y el golpe audaz que asestó a la derecha con la moción de censura y, luego, la convocatoria de estas elecciones que han pillado al enemigo algo descolocado, dará hoy su respaldo al presidente del Gobierno. Usted está entre quienes se quedaron en casa o emigraron a Podemos en su día, y ahora ve en Sánchez al líder de izquierda que puede quebrar al tridente de derecha. No le preocupa en exceso Cataluña y en cualquier caso cree que la negativa del independentismo a aprobar los presupuestos de Sánchez, hecho que precipitó las elecciones, sugiere que éste no hará concesiones gravísimas a los separatistas.
5. Si usted tiene una visión ideológica de izquierda, ve al PSOE como un partido aburguesado y el retorno al bipartidismo como veían los revolucionarios la restauración del Antiguo Régimen, se siente cool navegando con las corrientes culturales de moda o pertenece al mundo de las artes, su voto pertenece a Podemos.