Por Andrés Oppenheimer
En los tan esperados debates presidenciales del Partido Demócrata, ninguno de los cinco moderadores ni de los 20 candidatos participantes mencionaron la mayor crisis humanitaria del continente: Venezuela. ¡Qué triste!
No la mencionaron ni siquiera tangencialmente, a pesar del hecho de que los debates se celebraban en Miami. Decenas de miles de exiliados venezolanos se han radicado en Miami en los últimos años, huyendo de la dictadura de Venezuela. Es difícil tomar un Uber en esta ciudad sin que el conductor sea un venezolano recién llegado.
Y, sin embargo, ninguno de los cinco moderadores de NBC en el debate —todos excelentes periodistas— hizo una pregunta sobre Venezuela o insertó el tema en una pregunta más amplia. Y ninguno de los aspirantes presidenciales se refirió a la crisis venezolana cuando tuvieron bastante tiempo para hablar sobre inmigración y política exterior.
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