En 1950 los científicos soviéticos encarcelados por sublevación al régimen de Joseph Stalin comenzaron a sentar las bases teóricas y técnicas para lo que estaba destinado a convertirse en un aparato de vigilancia generalizado, permitiendo que la KGB escuchara todas y cada una de las conversaciones, identificara todas y cada una de las voces de disidentes y creara un control político casi total. Fue un poder que ningún líder soviético alcanzó. Sin embargo, 69 años después de que Stalin lanzara ese proyecto, Vladimir Putin puede ser el primero en completarlo, de acuerdo a una investigación hecha por Andrei Soldatov e Irina Borogan y que plasmaron en el libro The Red Web: The Kremlin´s War on the Internet.