Por Alberto Benegas Lynch (h)
Publicado en la fecha en la sección De los lectores - La Nación
Con toda la enorme simpatía que profeso por todas las manifestaciones de la tradición de pensamiento liberal, estimo que no es para nada el momento de insistir en el establecimiento de un partido liberal. Afortunadamente, en los peligrosos tiempos que corren una proporción relevante de personas han apoyado electoralmente a la actual oposición, no como manifestación de adhesión a la fallida gestión del anterior gobierno incapaz de haber reducido las dimensiones elefantiásicas del Leviatán en su propia jurisdicción del Ejecutivo. En consecuencia, se ha mantenido una estructura impositiva intolerable, incrementado exponencialmente la deuda y mantenido una inflación mensual equivalente a la anual de un país normal.
No deben confundirse el plano político y el andarivel intelectual imbuido de la imprescindible batalla cultural, que debe redoblarse. Las actuales circunstancias exigen el fortalecimiento de la oposición recién constituida al efecto de preservar valores republicanos esenciales, como la libertad de prensa y lo que queda de la Justicia, a pesar de otras deficiencias que pueden justificadamente señalarse. No es esta la oportunidad de distraer apoyos que resultan vitales.