Por Mary L. G. Theroux
The Beacon - El Instituto Independiente
Reaccionando con miedo y pánico, los estadounidenses, alentados por una incesante cobertura mediática se encuentran desafortunadamente acudiendo una vez más a la fuente equivocada en busca de respuestas. Las respuestas que obtengan probablemente no sólo exacerbarán los peligros de la actual crisis sino que nuestra sociedad y economía serán un daño colateral.
Como nuestro buen amigo Bob Higgs ha documentado una y otra vez, El miedo es la base del poder de todo gobierno:
Este mismo factor ayuda a explicar el repiqueteo de los temores desatados por los medios masivos de comunicación: además de servir a sus propios intereses en la captura de una audiencia, adquieren un seguro contra el castigo del gobierno al seguirle el juego a cualquier programa que infunda miedo que el gobierno esté llevando a cabo en la actualidad. Cualquiera que vea, digamos, los programas de noticias de CNN, puede atestiguar que rara vez pasa un día sin que se anuncie una terrible amenaza previamente insospechada— lo llamo el peligro du jour.
Al mantener a la población en un estado de aprensión artificialmente incrementado, el gobierno y los medios de comunicación preparan el terreno para implementar medidas específicas en materia de impuestos, regulación, vigilancia, denuncias y otras invasiones a la riqueza, privacidad y libertades de las personas. Si se la deja sola por un tiempo, aliviada de este incesante bombardeo de advertencias, la gente pronto lograría comprender que casi ninguna de las amenazas anunciadas tiene sustancia alguna y que puede manejar bastante bien sus propios asuntos sin la reglamentación relacionada con la seguridad y la extorsión impositiva que el gobierno trata de justificar.
En resumen, cuando mires al gobierno en busca de ayuda, la tendrás: buena y dura. Los que están en el gobierno no creen en el poder de las personas libres que toman decisiones libres mediante el intercambio voluntario como el mejor medio para descubrir las mejores soluciones para cada necesidad humana; creen en su conocimiento superior y especial y esta arrogancia avanza una vez más incrementando el peligro:
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades desperdiciaron la alerta temprana que los EE.UU. tuvieron de la existencia del nuevo coronavirus al no difundir información y los test ya probados y disponibles para prevenir la propagación de la enfermedad y desarrollar en cambio de manera soberbia su propio test, un test que es defectuoso y no se encuentra disponible en cantidades suficientes.
Comparemos esto con Corea del Sur, donde su sector privado desarrolló un test fiable en 3 semanas, con cuatro empresas que actualmente suministran kits de prueba a 633 instalaciones -incluyendo 93 autoservicios- donde la gente puede realizarse el examen. 20.000 personas están siendo examinadas diariamente, la incidencia de nuevos casos se ha aplanado y su tasa de mortalidad está por debajo del 1%.
Los EE.UU. han exacerbado un suceso habitual -un brote de gripe mortal- tornándolo un pánico y un temor generalizado que ofrece amplias oportunidades para nuevos poderes gubernamentales masivos y el debilitamiento de lo que venía siendo una economía en auge.
Si se proporciona la información precisa, las decisiones relativas a los riesgos -tanto para la salud física como para la salud económica- pertenecen, con razón, a los individuos libres. Personas que ya habían empezado a dar pasos importantes: ligas profesionales que cancelan eventos deportivos lucrativos, empleadores privados que ofrecen licencias por enfermedad pagadas a quienes no estaban cubiertos anteriormente y poblaciones en riesgo que deciden por sí mismas quedarse en sus casas.
Al emitir directivas draconianas, el gobierno está haciendo mucho más daño – fundamentalmente a nuestra cultura de la libertad – que la que causaría cualquier simple virus.
El Instituto Independiente liderará la arremetida para su recuperación.
Traducido por Gabriel Gasave
Mary L. G. Theroux es Vicepresidenta Senior del Instituto Independiente.
