Por Andrés Oppenheimer
El plan del gobierno de Argentina de traer hasta 500 médicos cubanos para ayudar a combatir la pandemia de coronavirus es una de las ideas más disparatadas desde el punto de vista de los derechos humanos, la economía y la salud pública que se estén viendo en estos momentos en América Latina.
Antes de mencionar el hecho de que Argentina, en medio de su crisis económica, podría gastar millones de dólares para pagar a los trabajadores cubanos que en muchos casos ni siquiera son profesionales de la salud, permítanme compartir con ustedes varias otras razones por las cuales la decisión del gobierno argentino es lamentable.
Primero, en materia de derechos humanos, el programa estatal de Cuba de exportar médicos con fines de lucro es una explotación laboral que equivale al trafico de esclavos.
Lea el resto del artículo aquí.