Por Andrea Rondón García
Desde diciembre de 2018 hasta hace poco no se veía en Venezuela largas colas para obtener sólo las unidades permitidas de productos regulados (en esta categoría no sólo estaban los productos de primera necesidad). Al final de 2018 estas medidas no se aplicaron con la rigurosidad de otros años. Esto, junto con otros factores, dio lugar a que existiera una percepción de mejoría en el país; de abastecimiento en las principales ciudades; incluso a lo que muchos llamaron "una burbuja económica".
Es importante insistir que los controles seguían presentes, porque las leyes seguían vigentes. De hecho, la intención nunca ha sido eliminarlos desde que se empezaron a aplicar en el año 2003, tan sólo que, como hemos advertido en otras oportunidades, el régimen "aprieta y afloja" la cuerda del control de precios. Es una realidad también que el régimen mismo necesitaba de ese mercado que tanto ha atacado y satanizado.
Algunos incluso señalaban de forma ingenua que la no aplicación de las medidas de control de precio era una flexibilización del régimen y que esto tal vez nos llevaría a un modelo similar al chino.
Con los anuncios por parte de Delcy Rodríguez el pasado viernes 24 de abril, podemos despedir esta época de "aflojar" la cuerda del control de precios. El 24 de abril de 2020, esta vez con la excusa de enfrentar la pandemia, se ordenó la intervención de Coposa en el estado Portuguesa por 180 días; la supervisión de ventas de Alimentos Polar, Plumrose y el matadero cárnico de Turmero; y la realización de una reunión con la Asociación Nacional de Automercados y Servicios para establecer "una mesa para los precios acordados de 27 rubros" (https://www.eluniversal.com/economia/68553/ejecutivo-anuncia-la-intervencion-de-coposa-por-180-dias, revisado el 28/4/2020).
¿Qué panorama nos espera en Venezuela?, uno que dolorosamente ya conocemos y está ampliamente documentado. Por al menos 5 años las medidas de control de precios llevaron a un fuerte desabastecimiento en el país; colas; reventas de productos etc.; todos efectos ampliamente reportados en el Observatorio de Propiedad de Cedice Libertad a lo largo de estos años.
¿Por qué reportamos la intervención de Coposa y la supervisión de ventas de Alimentos Polar, Plumrose y el matadero cárnico de Turmero ante una larga lista de casos similares?, porque en esta política sistemática de violación a la propiedad, estos casos significan un paso más, uno que representa la terminación de un periodo que pudiéramos llamar de "descanso" que duró cerca de dos años y en el que conseguimos un mercado relativamente abastecido; con productos muy variados (importados de gran calidad o por el contrario, de poca calidad y marcas desconocidas) en abastos, supermercados, bodegones, etc.
Posiblemente esa burbuja económica no quede completamente atrás. Siguen presentes otros factores que dieron origen a la misma, por ejemplo, las sanciones del Gobierno de los Estados Unidos de América. Pero definitivamente presenciaremos el escenario del desabastecimiento; las colas y asignación de compras por número de cédula de identidad en los lugares que vendan los productos regulados.
Para el venezolano que vive en este país se tendrá una nueva realidad que incluye pandemia; medidas adoptadas en nombre de esa pandemia; escasez de gasolina como no habíamos visto antes y la rigurosidad de la aplicación del control de precios.
La autora es Doctora en Derecho UCV y Directora del Comité de Derechos de Propiedad de CEDICE.