El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en el año 1993, una decisión tomada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en parte para celebrar una de las grandes conquistas de la democracia, en parte para denunciar los peligros que la acechaban.
La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek, en la que los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la UNESCO en la capital de Namibia elaboraron un documento donde se recogían los principios esenciales de la libertad de prensa.
Este año, otra vez más, el mundo no tiene demasiados motivos para festejar y sí mucho, demasiado, por lo que poner el grito en el cielo. Según Reporteros Sin Fronteras, la ONG que trata de gritar superando los vetos y mordazas que se imponen en los medios del mundo, la libertad de prensa nunca se había encontrado tan amenazada como ahora.
Premio a la Libertad de Expresión
El 12 de diciembre de 2003, Álvaro Vargas Llosa, Asociado Senior en el Centro Para la Prosperidad Global de nuestro Instituto, fue galardonado con el The Freedom of Expression Award (Premio a la Libertad de Expresión) otorgado por la Organización de Periodistas Iberoamericanos (OPI) con sede en Miami, Florida.
Durante su disertación al recibir el premio, Álvaro se refirió a la situación de la prensa en América Latina por esos días y su descripción de la realidad en Venezuela anticipaba las sombrías condiciones bajo las cuales se desempeñan en la actualidad los pocos medios libres e independientes que aún subsisten en ese país.