Circula en las redes un cuadro con datos del Banco Mundial que muestran que el PBI per cápita de Chile creció un 161% en el período 1980-2020, lejos de Colombia, que se encuentra en el segundo lugar, con 95%; Uruguay, con 92%, y la Argentina, con 7,5% (solo por encima de Venezuela, -76%). Sin embargo, los chilenos parecen haberse decidido a dejar ese modelo, en un caso muy raro en que los que van adelante quieren inspirarse en los que van últimos. Se suele mencionar que la razón de ese cambio sería un aumento de la desigualdad, pero si vamos a tomar un dato generalmente aceptado, como lo es el coeficiente de Gini, que mide a todos los países dentro de un rango de total desigualdad (1) y total igualdad (0), en los 30 años de ese indicador la desigualdad en Chile ha caído de 57,20 en 1990 a 46,60 en 2017, el último dato.