Por Francisco Santos
Para nadie es un secreto la capacidad de la inteligencia cubana que por lo menos en el continente después de la CIA no tiene igual. La verdad toda la política exterior cubana ha tenido siempre la avanzada de su inteligencia. No en vano una dictadura que empobreció a uno de los países más ricos de la región en 1959 se ha podido mantener 60 años en el poder.
La inteligencia cubana y el famoso espía Barbaroja, director de Américas en el aparato de inteligencia cubano, estuvo detrás de casi todos los movimientos guerrilleros latinoamericanos. Su apoyo, entrenamiento, refugio de descanso o curación, logística y soporte político está claramente evidenciado. Es más en lo que a Colombia se refiere en 1981 el entonces Presidente Julio Cesar Turbay rompió relaciones con Cuba al poder probar que todo un frente del M-19 que entraba a Colombia por el sur había sido entrenado en la isla.
Con la caída del muro de Berlín y el fracaso de la política de intervención cubana la estrategia cambió pero no el apoyo de su aparato de inteligencia. El Foro de San Pablo se creó y el objetivo era llegar al poder por las urnas. Lo lograron en casi todo el continente, con ayuda de los desastres de gobiernos de la región, pero ahí se develó toda la estrategia: llegar para quedarse.
Hasta ahora lo lograron en dos países donde la injerencia cubana es brutal, Nicaragua y Venezuela. Con un ingrediente más peligroso para la región, el activismo ruso en inteligencia y disrupción y la financiación china de dictaduras a cambio de petróleo.
Es en este entorno que aparece una publicación nueva muy interesante en Colombia, La Raya. Que tiene pocos meses de lanzada, su Twitter es de mayo de este año, pero que ya ha logrado dos exclusivas que ni el NY Times en sus más de 100 años de historia las ha tenido.
Son dos historias de la inteligencia colombiana. Una sobre los seguimientos a los cubanos y otra sobre la inteligencia que hizo Colombia en Venezuela.
No vale la pena entrar en lo específico pues develan lo normal que debe hacer un aparato de inteligencia. Es un secreto a voces que gran parte de la embajada cubana son agentes de inteligencia, al igual que la embajada rusa. Y un estado debe hacer inteligencia. Ciertamente los cubanos y los rusos la hacen con gran justificación e incluso utilizan, los primeros, sus organizaciones sociales como los comités de solidaridad con el pueblo cubano. Las fachadas hacen parte de una estrategia de reclutamiento y de inteligencia.
Pues bien estos avezados periodistas logran estas dos publicaciones fantásticas. En solo unos meses hacen investigaciones que deben durar años quizás. Y no solo una dos, con fotos, videos de todo.
Lo importante de esta publicación son los mensajes que manda. Que son varios además. A varias bandas. A la CIA, al MI6 y a las mismas Fuerzas Armadas y aparatos de inteligencia
El primer mensaje sin duda es a las organizaciones de inteligencia de otros países que cooperan con Colombia. Los autores de esta filtración, que averiguando por todos lados con expertos en esta materia es unánime que son los cubanos, les dejan claro que están dentro de los aparatos de inteligencia de Colombia. El resultado, se acaba la cooperación con estos países y estas organizaciones de inteligencia. Es decir ganan los narcos, ganan los terroristas, ganan los cubanos y pierde el estado de derecho que queda sin inteligencia para defenderse.
El otro mensaje es para las mismas Fuerzas Militares y de Policía del país: no podemos esperar nada de la inteligencia. Mensaje que además fue reforzado con la purga política que hizo el Presidente Gustavo Petro de la Policía descabezando a todos los expertos en inteligencia y con el nombramiento de un ex M19 a la cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia.
El desmonte de la capacidad disuasiva del Estado contra la criminalidad avanza rápidamente. A la desmoralización que hay en las Fuerzas ahora hay que sumarle esto que los cubanos ponen de presente. Que si le añadimos los mensajes del Presidente que es mejor ser cocalero que ganadero o criminal que cumplidor de la ley, el futuro de nuestras Fuerzas Armadas es negro.
Es más todo crimen, masacre y atentado tiene un responsable, Gustavo Petro. No se le puede permitir que busque chivos expiatorios en la supuesta ineficacia de la fuerza pública o los paramilitares, ergo la derecha, como causa de la violencia. No, es el mismo Presidente quien le dio vuelo a los delincuentes y destruyó la capacidad de acción y de reacción del Estado y las Fuerzas Armadas. No caigamos en la trampa y no podemos dejar que la utilice.
La defensa de las Fuerzas Militares y de Policía se vuelve una prioridad. No se si los políticos colombianos embelesados con la corrupción que les proponen para aprobar proyectos, la llamada mermelada que son contratos y burocracia, lo vayan a hacer. Piensan sacarle jugo al gobierno 6 meses o un año y volver al status quo. Lo grave es que en 6 meses o un año no quede nada a que volver. Ojalá despierte la sensatez de los partidos políticos colombianos y puedan contrarrestar esta estrategia militar de “shock and awe” o ataque y desconcierto que hoy Petro utiliza en el campo político. No podemos dejar que Petro logre su objetivo, destruir las Fuerza Armadas, por la velocidad con que avanza que descoloca a la oposición e incluso a quienes solo están en desacuerdo con esto.
Que no quepa duda. La defensa de la Fuerza Pública debe ser la prioridad de las oposición. Por encima de todo. Lo que no podemos permitir es que se sientan desprotegidos. El 70 por ciento o más de colombianos que creemos en esas Fuerzas y las apoyamos debemos hacernos sentir. Esto debe ser ya, sin dilación. Hay que hacerse sentir. Con fuerza. Para aguantar este embate que va a durar estos 4 años. Y reconstruir lo que quede.